lunes, 3 de junio de 2013

Presentación ANPASP



Buenos días a todos y todas, bienvenidos y gracias por vuestra asistencia.

Permitidme que me presente, soy Miguel Gawenda, presidente y socio fundador de ANPASP. Por lo tanto, el responsable último - junto a los miembros que forman la Junta Directiva- de alcanzar los objetivos que nos hemos marcado al alumbrar la Asociación Nacional de Profesores Acreditados de Seguridad Privada.

Mis primeras palabras tienen que ser, necesariamente, para ESCA. Debo agradecer a sus Directivos presentes en este acto su generosidad por la cesión de estas magníficas instalaciones y por el exquisito trato que nos han dispensado desde el primer minuto, tanto en lo personal a los Socios, como en lo institucional a la propia Asociación y al proyecto que representa.

Agradecer también la presencia de todos los invitados que nos acompañáis en una fecha tan señalada para todos nosotros, Autoridades, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Policías Autonómicas, Representantes del Ministerio de Educación, Universidades públicas y privadas, Asociaciones profesionales, Sindicatos, y también a todos aquellos que no han podido asistir y que han mostrado su deseo de participar en este proyecto, daros las gracias.

Es necesario que hagamos una introducción de cómo surge ANPASP para comprender su naturaleza, los objetivos que se marca y la necesidad de representación de un colectivo considerable y un sector con más de 200.000 trabajadores en disposición de ser empleados en cualquier momento y cuya mejor cualificación es el objetivo primordial que nace de ANPASP

El germen asociativo nace en las redes sociales y desde una página que reúne a profesionales de diversos sectores, entre ellos la seguridad privada y más en concreto, a los profesores acreditados de seguridad privada.

Existía un nexo de unión entre todos aquellos que nos conocimos a través de las redes. Todos éramos profesores acreditados para impartir enseñanzas en los centros de formación autorizados por el Ministerio del Interior.

Las continuas opiniones y aportaciones de cada uno a la actual formación en seguridad privada, se tornaban cada vez en algo más que ideas o meros puntos de vista individuales. Estábamos unificando criterios que tenían el sentido y la lógica necesarios para plantear un cambio hacia la mejora, hacia la cualificación profesional y hacia la formación reglada de toda una pirámide de profesionales que forman el sector de la Seguridad Privada.

Se hacía necesario que los cambios fuesen impulsados y llevados a cabo por profesionales cualificados, por su relación con el sector, por su formación personal, su experiencia en cada uno de los campos, y con la forma jurídica de Asociación Profesional.

En 1991, desde la revista, Formación de Seguridad y de la mano de los impulsores de la Formación en Seguridad se puso la primera semilla hacia una Formación Universitaria en el ámbito de dicho Sector, a cuyos participantes debemos agradecer y homenajear hoy como precursores de esta iniciativa.

Los profesores acreditados que forman al personal operativo, son los únicos y máximos responsables de preparar a su alumnado no solamente para obtener un diploma o superar unas pruebas que les dé una habilitación, son docentes cuyo fin es enseñar, involucrar a sus alumnos para que recuerden lo aprendido, no para realizar un examen, sino para garantizar con su formación su propia seguridad, y por extensión, la de los servicios que prestan.
La calidad en la formación se conjuga la experiencia de los docentes, con su metodología y su capacidad de comunicación y con centros especializados que aporten los medios, las instalaciones y los recursos específicos.

Se hace necesaria una estructura académica reglada, no semejante a un título oficial, sino que tiene que serlo. Horas de formación, y no como un compromiso normativo, si no como una necesidad inseparable del encargo profesional que asumirán cada uno de estos profesionales.

Parece algo poco creíble que un vigilante de seguridad con cinco años de experiencia y bachillerato entre otros requisitos, y tras haber superado un examen de siete preguntas a desarrollar y treinta preguntas tipo test, se encuentre capacitado para dirigir una empresa de seguridad o que le sean encomendadas las funciones que le otorga la normativa de seguridad privada.

O que un director de seguridad, máximo responsable de un departamento de seguridad de una empresa con 50.000 trabajadores, se encuentre capacitado después de realizar un examen semejante al de un Jefe de Seguridad o tras haber realizado un curso en una universidad, que a pesar de tener que alcanzar las 400 horas lectivas, se pueda realizar a distancia sin llegar a tener contacto prácticamente con una formación real y necesaria para las funciones que asumirá en su ámbito de competencia.

Ni que decir tiene, la preparación que posee un vigilante de seguridad que puede realizar por 500 o 600 euros un curso acelerado en una academia autorizada para la obtención de un diploma que le da derecho a presentarse a unas pruebas, que lo lleven a prestar servicios en un aeropuerto, una estación de metro, una central nuclear, grandes centros comerciales, eventos de concentración de masas, etc.

Son más de veinte los años que han transcurrido desde la entrada en vigor de la actual Ley de Seguridad Privada. En un futuro inmediato será reemplazada por una nueva Ley y un Reglamento que la venga a desarrollar.

En el reciente anteproyecto ya se hace mención a los estudios de grado universitario para poder habilitarse como director de seguridad o detective privado.

Se menciona la formación profesional y las cualificaciones profesionales para los vigilantes de seguridad y guardas rurales.

Como la formación profesional para los jefes de seguridad. Esto último parece algo incongruente, máxime cuando un jefe de seguridad asume unas funciones semejantes a las de un director de seguridad y a éste se le demanda una formación universitaria, mientras que a un jefe de seguridad solamente una formación profesional.

Como asociación que representa a los profesores acreditados del sector, hemos realizado una serie de alegaciones y aportaciones al mencionado anteproyecto, para que se tengan en consideración.

Desde ANPASP, nos hemos planteado unas líneas de actuación en las cuales ya estamos trabajando y consideramos que son las herramientas apropiadas para hacer llegar nuestro trabajo a los organismos encargados de gestionar estas propuestas.

Nos hemos planteado el cambio de modelo formativo del personal operativo hacia la Formación Profesional.

En el mismo defendemos la idea de agrupar a vigilantes de seguridad y guardas rurales con sus respectivas especialidades. La obtención de un título académico oficial y una formación reglada que pueda ser el inicio de una carrera profesional de seguridad privada.

Su formación se realizaría en centros de formación públicos o privados. Estos últimos previamente deberán de obtener la autorización del organismo autonómico de educación correspondiente para impartir este tipo de enseñanzas. Sería una formación reglada, profesional y de calidad con beneficios para las distintas partes implicadas.

Se crearía una carrera profesional que mediante la progresiva capacitación, formación y experiencia del estudiante y trabajador, le llevaría a completar sus estudios de grado universitarios o abrir la posibilidad de, mediante los títulos obtenidos, optar a otras salidas profesionales.

La base operativa tendría una Formación Profesional de grado medio con 2.000 horas de formación, desarrollándolas a lo largo de dos cursos académicos y con prácticas en el último año de curso, tal y como se desarrollan otros cursos de Formación Profesional en la actualidad, y obtendrían un título que les daría acceso al siguiente grado de formación.

Proponemos que mandos intermedios de empresas de seguridad, con responsabilidades sobre el personal operativo, y siendo enlaces con los mandos directivos de las empresas, deberían de tener una formación superior al personal sobre el que trasladan sus órdenes y que deben de demostrar unos conocimientos y formación acordes con sus responsabilidades.

Agrupamos a puestos de responsabilidad, pero que no figuran como categorías profesionales en la actual normativa de seguridad privada, a jefes de servicio, coordinadores, inspectores y todo aquel cargo al que se le encomiende un propósito y por el que deba de tener unos conocimientos suficientes para llevarlos a cabo.

Para este grupo de profesionales, recomendamos la Formación Profesional de grado superior con 2.000 horas de formación, desarrollándolas a lo largo de dos cursos académicos y que sirva de continuidad a la base operativa, ampliando su formación, grado de conocimientos, experiencia y carrera profesional.

Optamos por la formación de grado universitaria, no solamente englobando a los directores de seguridad, pretendemos añadir a los jefes de seguridad, puesto que poseen responsabilidades semejantes a los primeros, y es necesaria equiparar una formación de grado entre ambas categorías profesionales.

A este personal directivo se le ha encomendado ser el grupo profesional que tenga la función directiva de empresas de seguridad y de departamentos de seguridad, para todo ello se hace preciso una formación acorde a las responsabilidades que se les demanda.

Creemos necesario el dotarles de formación universitaria mediante un Grado de Seguridad Privada que englobe todas las materias y conocimientos necesarios y pensando más allá de lo obliga solamente la normativa actual.

Una formación que haga destacar la figura estas dos categorías por ser poseedores de unos conocimientos y de una experiencia que no se pueda encontrar en otro personal de la estructura empresarial.

Competencias como la protección de infraestructuras críticas, la prevención de riesgos laborales, la seguridad de la información, idiomas, materias referentes a la protección civil, técnicos cualificados para la elaboración de planes de autoprotección,.. Cuatro años de formación especializada, dedicados a los cometidos que les demandaran en empresas de seguridad y departamentos de seguridad de los cuáles serán los máximos responsables de dirigir y coordinar conforme a las actuales funciones que les otorga la normativa actual y futura.

Pensamos que en el mismo grado universitario de seguridad privada, tenga cabida la formación para la categoría profesional de detective privado. Una categoría ligada a este sector, y que pese a lo que la opinión pública pueda percibir de estos profesionales a través de lo que unos pocos son capaces de provocar, la mayoría de ellos son profesionales que dedican la mayor parte de su tiempo a realizar funciones determinantes, no solo para beneficio de los particulares que los puedan contratar, sino que en muchas ocasiones son reconocidos por los organismos públicos por la labor que realizan y el beneficio que producen en favor de la seguridad ciudadana.

Un grado universitario con tres categorías y tres habilitaciones. Una formación superior que sea el puerto de llegada de todos aquellos profesionales que iniciaron sus estudios y su carrera profesional, pasando por distintas etapas, adquiriendo una formación reglada, de calidad, cualificada, que les lleve a conseguir títulos académicos y siempre relacionados con el mismo ámbito profesional.

Sin dejar de lado el colectivo que representamos, los docentes debemos de mejorar los requisitos para lograr la acreditación como profesores. Demostrar una competencia y una formación suficiente, no ya para formar a nuestros alumnos, sino para involucrarlos y hacerle participes de su propia formación. Llegar a fomentar en ellos mismos el deseo de querer aprender, solamente lo podemos lograr con docentes cualificados.

Para ello es necesario conseguir una mejora de las capacidades docentes y técnicas en colaboración con organismos públicos de toda índole Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, Policías Autonómicas, Protección Civil, entidades público y privadas. Conseguir además, de la mano del Ministerio de Educación, el acceso a una formación actualizada en los ámbitos didácticos y pedagógicos enriqueciendo con ello nuestros propios conocimientos.

Una capacitación a ofrecer a empresas, clientes y usuarios en general, que demanden calidad en los servicios a contratar. Una renovación de un sector que surja desde la base con su personal operativo, y que se traslade hasta lo alto de la pirámide con los máximos responsables directivos.

Para todo ello, nos ofrecemos y sin ningún ánimo de lucro ni beneficios personales, a participar de manera activa con organismos educativos estatales y autonómicos, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, policías autonómicas, asociaciones profesionales, universidades públicas y privadas, con todo aquel interesado en este proyecto.

Deseamos, porque consideramos necesarios nuestros objetivos, llevar a buen puerto todo este proyecto.

Nos hemos organizado internamente, configurando diferentes mesas y comisiones de trabajo.

Formación Profesional y cualificaciones, universidades, formación del profesorado, especialidades, son mesas esenciales para trabajar en cada ámbito y que podamos dirigir hacia cada destino nuestras propuestas.

Queremos reunirnos con todas las partes aquí presentes y con los que no han podido asistir. Necesitamos vuestras opiniones, críticas, ideas, recomendaciones. Todo aquello que haga un trabajo en equipo que redunde manera efectiva y positiva para todos los actores que formamos la seguridad privada.


Recientemente, se nos ha notificado desde el INCUAL (Instituto Nacional de las Cualificaciones) que ANPASP ha sido seleccionada para formar parte del grupo de expertos que realizará los trabajos relacionados con la mejora y actualización de las cualificaciones profesionales relacionadas con la familia de Seguridad y Medio Ambiente, entre las que figuran las correspondientes a Vigilancia y Seguridad.

Es nuestro deseo e intención, el continuar en esta línea de dedicación a la mejora de la calidad formativa y el logro de alcanzar una formación reglada, que haga de todo un sector y de sus actores, un modelo a seguir por los conocimientos y preparación adquiridos a lo largo de su carrera profesional, y que no dejen de ser junto a la Seguridad Pública, un sector de crucial importancia para toda nuestra sociedad.

Gracias a todos y todas por vuestra presencia.







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